Previsión El tiempo en Sevilla para el Viernes Santo

La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Dos meses para la gran celebración

Exactamente dos meses es lo que nos queda para que la burra se haga realidad en la rampa y el personal que tuerce por la causa anda piafante. Dos meses para ese domingo que este año cae en la festividad de la Encarnación y que será el punto de partida para una Semana Santa más madrugadora. A pesar de que llega antes, no lo hace con el tiempo suficiente como para disfrutarla en horario de invierno. La hora cambia en la madrugada del Domingo de Ramos, con lo que tendremos una nueva celebración de tardes largas y tardanza en encender la cera. Personalmente prefiero ver cómo Cristo muere por San Gregorio a la luz de sus hachones que a la del sol, pero, bueno, qué le vamos a hacer. La realidad es que en dos meses, todo echará a andar y, por lo pronto, la clientela anda que no para entre carteles que van y vienen, pregoncillos, demás parientes y afectos.

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