Alto y claro

José Antonio Carrizosa

jacarrizosa@grupojoly.com

Algo se mueve en la aldea de Astérix

En Sevilla empieza a diseñarse una alternativa para el PSOE con dos nombres encima de la mesa: Montero y Espadas

El PSOE andaluz se adentra en aguas cenagosas. A nadie puede extrañarle. Una vez normalizada, por utilizar un adjetivo piadoso, la situación política nacional y con Pedro Sánchez firmemente asentado en la Moncloa las cosas iban a empezar a moverse por aquí abajo. Son muchas las circunstancias que se han producido en el último año y algunas otras vienen arrastrándose desde incluso antes en forma de facturas políticas que estaban guardadas en los cajones de Ferraz y que antes o después iban a ser presentadas al cobro en la calle San Vicente, donde Susana Díaz ha mantenido, mal que bien, a su núcleo de leales que ya ha empezado a resquebrajarse. Pero con lo que quizás muchos no contaban es que las primeras escaramuzas dignas de ese nombre tuvieran por escenario Sevilla. Si algo se daba por sentado en las filas socialistas era que el feudo sevillano del susanismo iba a resistir como la aldea de Astérix. La hasta hace poco líder indiscutible del partido se había dedicado durante años a cultivarla, magníficamente secundada en el frente provincial por su siempre fidelísimo Fernando Rodríguez Villalobos, que ejercía desde la Diputación un férreo control sobre todo lo que pasaba fuera de la capital.

El hecho de que haya sido en Sevilla donde se ha redactado el primer manifiesto que apunta claramente a la sustitución de Susana Díaz y en el que se habla de los modos "personalistas" indica que la cosa va en serio. Y que muy posiblemente será desde Sevilla desde donde se ponga en marcha una alternativa para cuando llegue la hora del congreso regional. Mirando al futuro, hay dos nombres puestos encima de la mesa, aunque hablar todavía de nombres puede resultar prematuro. El primero es el de María Jesús Montero, que sería una buena candidata a la Presidencia de la Junta, pero quizás no tan buena para ser secretaria general del partido. La posible candidatura de la que fue consejera de Salud y Hacienda con los presidentes Chaves, Griñán y Díaz tropieza con un obstáculo fundamental: la falta de interés de la afectada por volver a la política andaluza y quizás también el deseo de Pedro Sánchez de mantenerla a su lado al haberse revelado como una de las personas del núcleo duro del presidente. El otro posible candidato es el alcalde Juan Espadas, que mantiene que no volverá a presentarse para renovar el cargo en 2023, aunque, como dijo Tierno Galván, las promesas en política están para incumplirse.

En cualquier caso, es en Sevilla donde ya empieza a dibujarse un futuro del PSOE sin Susana Díaz. La batalla no va a ser tranquila, sino todo lo contrario, y va a dejar un reguero de víctimas. Pero quizás sea imprescindible si los socialistas quieren aspirar otra vez a gobernar Andalucía. No lo tienen fácil.

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