La munición mal gastada ante la reformilla laboral

En Génova podrían haber defendido que la reforma de 2012 sigue vigente en lo sustancial y haberse ahorrado algún numerito

El Pleno del Congreso del pasado jueves
El Pleno del Congreso del pasado jueves / M. G.

05 de febrero 2022 - 04:00

Sevilla/La reforma laboral de Fátima Bánez no se ha derogado. Tan es así que muchos creemos que el PP podría, al menos, haberse abstenido perfectamente en la votación y se hubiera ahorrado cierto ridículo. En Génova ha pesado más la confrontación por la confrontación contra el Gobierno y el no darle el más mínimo respiro al marianismo, que está laminado, salvo –oh casualidad– la figura de la propia Bánez, que está en un puesto destacado en el organigrama de la patronal española. La reforma laboral de don Mariano ha sufrido si acaso una reformilla, un arreglo cosmético que no merecía tanto gasto de munición del centro-derecha español. Se hubieran ahorrado hasta el numerito del diputado extremeño que se equivocó al apretar el botón. ¡Algunos soldados de la tropa no sirven ni para lo que se les encomienda, que es bien poco! Luego se quejan de la dureza de los secretarios generales... ¡poco duro es Teodoro con algunos de los suyos!

Volviendo a lo mollar, quizás el PP debió sacar pecho de la reforma de Rajoy y Báñez, explicar bien que la esencia de los cambios aplicados entonces siguen vigentes. ¿Acaso no continúan las mismas indemnizaciones en caso de despido que las impuestas en 2012? Incluso probar con cifras que aquella reforma no sólo sirvió para relanzar el empleo, sino que fue un instrumento útil y adecuado para dar respuesta ante la mayor amenaza que hemos sufrido como sociedad en mucho tiempo:la pandemia de la que aún no hemos salido. Si a eso le añaden que la patronal y los sindicatos estaban ahora de acuerdo... ¿para qué gastar energías en oponerse? Casi es mejor atacar por otros frentes a un Gobierno que un día deja de pasar a de curso a los alumnos con suspensos o encumbra a las mascotas como “seres sintientes”, otro es incapaz de frenar el precio del recibo de la luz, al siguiente te habla de las tetas y las votaciones de Eurovisión, y el posterior dice que dará días de permiso retribuidos a tutiplén a la mínima incidencia que se produzca en la vida doméstica de los españoles. Eso sí, a costa como siempre de las empresas.

Cierta izquierda no puede sobrevivir sin la pólvora del rey y se pirra por subirse a la carroza a lanzar los caramelos de otro. Esta reformilla no era el toro al que clavarle las banderillas por motivos varios. Y los hechos han terminado por demostrar que no era el frente adecuado. El presidente Sánchez demuestra de nuevo que aguanta más que la sábana de abajo, que es la forma segura de garantizarse altas dosis de suerte. Ya tiene su reformilla, ya puede llegar el dinero europeo y en breve podrá ponerse a lanzar caramelos.

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