Juan Antonio Solís

jasolis@diariodesevilla.es

Eres un nin-gu-no

Van a cercenar el último vínculo afectivo del fútbol, el del club con la tierra que lo parió

LLEVAS más de un año con la bufanda hibernando en el cajón. No tienes ni idea de cómo le ha ido durante este tortuoso tiempo al compañero de abrazos que se sienta junto a ti en cada partido, y del que apenas sabes su nombre de pila. Tu tercer tiempo se ha reducido a un gélido intercambio de mensajes por Whatsapp. Todas las ramas de ese árbol de ritos, enraizado desde que apenas sabías contar del 1 al 10, han sido podadas por la pandemia. Y tu ansiedad y desesperación se mitigan en la esperanza de que las yemas rebroten en unos meses.

Pero en la interminable espera, un grupo de taimados rockefellers, desesperados por las apreturas de la pandemia, ahogados por las obscenas deudas y sin la mínima empatía con el núcleo emocional del fútbol, han urdido un plan con una siniestra acta fundacional: el fútbol ya es negocio y sólo negocio. Esa descarnada multinacional que es la UEFA ya lo anticipó: este deporte perdió su corazón en una montaña de billetes aún más alta que la ambición de Florentino.

El presidente de la Superliga, el mismo que hoy revisará como Napoleón revisaba a sus tropas el estado del vanguardista Bernabéu, se plantó la madrugada de ayer en un chiringuito como Robinson Crusoe, con una mano delante y otra detrás, clamando por las pérdidas de 400 millones de euros de su club en los dos últimos años por el virus. Otro empresario más que ve el cielo abierto con el virus para empuñar una segadora con una mano y, con la otra, la pala para los billetes. No cuela. Este plan secesionista puso su simiente años antes de que nos confinaran.

Pero este fútbol de gradas silentes y cifras de rabioso rojo los ha cargado de razones para cercenar el último vínculo afectivo, el que mana del club con la tierra que lo parió. La sangre no fluye ahora desde las gradas. Lo hace desde las audiencias televisivas de Sudamérica, el Golfo Pérsico. Eso dicen. Llevas un año enjaulado y ahora te dicen ninguno. Nin-gu-no.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios