Cada vez que voy al Alameda es como si fuera esta noche la última, convencido de que la fecha de caducidad se acerca a pasos agigantados. Y lo mejor de esta ronda de despedidas es que no me veo como en tantas y tantas ocasiones, más solo que la Luna. Tanto en la preciosa secuela de Un hombre y una mujer como el domingo con Joker, el cine presentaba una buena afluencia de público y digo yo que otro habría sido el destino del multicines registrando con más frecuencia esos taquillajes. No sé cuál será la próxima, ni siquiera si habrá próxima o fue la del domingo la última vez que me senté en el cine que más a mano me coge de casa. Buena película Joker con un papelón de Joaquin Phoenix saliendo y entrando en el histrionismo con gran naturalidad, aunque quizá la exploración que hace en los antisistema hizo que a uno le chirriasen los cojinetes. ¿Será la última?