Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

La ventana

Luis Carlos Peris

La nocturna parecía tarde de feria

COMO una tarde de Feria, pero de noche. El Arenal convertido en rompeolas de bullicio y expectación, con los bebederos hasta la mismísima corcha y con el personal yendo con entusiasmo al primer templo de Tauro. Todo al conjuro de tres chavales que quieren ser toreros y que fundamentan con fuerza sus aspiraciones. Noche fresquita, familias enteras bien avitualladas para cumplir con el sagrado precepto de la hora, la de la cena. Luego en el ruedo, ilusión a raudales y las buenas formas que llevaron a los tres becerristas a esa final. En los tendidos, un personal entregado, con muy poco que ver con el riguroso que habitualmente se da cita en ellos. Entrega mutua, la de los chavales y la de un público loco por irse a casa contando el espectáculo recién visto. También, la absurda cicatería de un presidente riguroso con uno de los noveles, pero qué gran noche.

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