Cuidado que vienen curvas y muy cerradas, por cierto. La vida está formada por círculos concéntricos que van repitiéndose sin solución de continuidad y el que no saca las debidas enseñanzas del círculo que pasó está condenado a caer en el mismo laberinto. Nuevamente la palabra desaceleración a escena, como cuando el inefable Zapatero la admitió a fin de edulcorar lo que se nos venía encima, una crisis económica que iba a llevarse por delante una barbaridad de haciendas. Curiosamente, con otro prócer de izquierda aparece esa maldita palabra que es como la antesala de la ruina. Otra burbuja a punto de estallar y que se salve quien pueda mientras nos gobiernan yendo de una rectificación a otra, de oca en oca y tiro porque así lo quiero aunque no me toque. ¿Se pondrá pies en pared para evitar otra crujía? Vamos a ver qué pasa o si esperan a que la caja esté vacía.
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