Octavos de final de Copa y sólo un intruso entre un resto de primerdivisionarios, pero un intruso que no es un cualquiera. Únicamente el Sporting en el bombo de octavos, lo que deja en evidencia lo alto que está el escalón que separa a la élite de la división de plata. Y como cierre de esta eliminatoria, la goleada del Betis sobre otro histórico que anda viviendo unos momentos que nada tienen que ver con su dilatada historia en Primera.

Se cerró la noche con otro gol fantástico de Lo Celso para un póquer que quizá no mereciera recibir el Racing, un equipo que está desarrollando un gran curso en la categoría que hoy padece. Presionando muy arriba con un planteamiento muy valiente, al Betis le costó abrir la lata y lo consiguió aliado con el infortunio de Jon Ander al mandar dentro un remate de Barragán que se iba fuera. Y eso ocurrió a la media hora, lo que evidencia que no tuvo el Betis un camino de rosas.

Un penaltito casi a la hora de juego dejó todo visto para sentencia y a partir de ahí, el Betis, que ya contaba con el excepcional concurso de Lo Celso, se encontró con una alfombra hasta el final. No hubo el temido revival y lo de hace un año en Copa que tanto se temía no tuvo lugar, con lo que la grada respiró tranquila. Había espantado a un fantasma que ha ido dejando innumerables pesadillas desde aquella noche fatídica de noviembre de 2017 con el Cádiz.

Ahora a esperar qué depara el bombo para los nuestros. Ambos han hecho los deberes a su manera y los dos afrontan la Copa con la ilusión que siempre despierta el torneo del K.O. Será un turno eliminatorio de alto nivel, ya que estos dieciseisavos no han dejado a ningún coco en la cuneta. Se prevé, por tanto, un enero apasionante con una sobredosis de fútbol que hará que la cuesta se supere mejor y que la Copa del Rey le dure todo lo posible al fútbol según Sevilla.