la ciudad y los días

Carlos Colón

No se olviden de los chinos

NO se olviden de los chinos, señores munícipes, al restaurar la fuente de la plaza de la Virgen de los Reyes. No, ésta no es una petición de Domund antiguo con huchas en forma de cabezas de negros, chinos e indios de película de combois. Tampoco es una petición jesuítica para auxilio de las misiones orientales de los continuadores de Mateo Ricci. Ni una llamada de atención de los comerciantes de la plaza; porque, asombrosamente, ni el Giraldillo, ni los coches de caballos, ni los souvenirs están, todavía, en manos de los industriosos hijos del Celeste Imperio.

Se trata del gran círculo de chinos que el escultor y diseñador José Lafita Díaz, hijo del pintor José Lafita Blanco, hermano del escritor y pintor Juan Lafita Díaz y autor del primer escudo del Sevilla, dispuso en dibujos geométricos en torno a la fuente que él diseñó en 1929 inspirándose en el monumento del Triunfo. Lo destruyeron los andalucistas cuando, bajo mandato de Rojas Marcos, quitaron de las plazas de la Virgen de los Reyes y del Triunfo los adoquines que dormían bajo el asfalto franquista para ponerle aquel pavimento con rombos de calcetín escocés que, tras costosas y continuas reparaciones, fue sustituido por los actuales adoquicitos planos y mariquitucios.

El atentado andalucista contra la fuente, mutilando su bella base en forma de círculo de chinos lavados dispuestos en formas geométricas, se llevó a cabo en 1994 con motivo de la ya referida y desastrosa pavimentación. Cuando en 2005 el Ayuntamiento socialista de Sánchez Monteseirín tuvo que rehacer la chapuza andalucista, Isabel, María Teresa, Salud, Concepción, Juan Ramón y Enrique Lafita Seva, hijos de José Lafita Díaz, dirigieron un escrito al alcalde pidiéndole que se aprovechara la ocasión para reponer el pavimento circular de chinos lavados que había diseñado su padre, con tanto acierto que era un elemento esencial de la fuente. Tararí que te vi. Los socialistas sustituyeron los mármoles negros de mausoleo de torero que habían puesto los del PA por otros del color de su idea de Sevilla: gris. Y la fuente siguió mutilada.

Tras los andalucistas y los socialistas le llega el turno a los populares (porque cuando Soledad Becerril fue alcaldesa estuvo pacto-presa del PA) de ocuparse de la fuente de la plaza de la Virgen de los Reyes. Su lamentable estado ha obligado a una actuación de urgencia en la que se van a invertir 21.000 euros. Es la oportunidad de que Zoido enmiende lo que hizo Rojas Marcos y dejó de hacer Sánchez Monteseirín: devolverle a la fuente su diseño original.

A ver si a la tercera -tras 1994 y 2005- va la vencida.

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