Son tantos los esfuerzos que se están haciendo con tal de que parezca Feria sin ser Feria que hoy nos amanece como festivo. Pensado este miércoles como atracción turística en el día central de la Feria y así como lucen farolillos en la Plaza, el día de hoy sigue tintado en rojo en el almanaque sevillano. Y digo yo que ya que nos hemos quedado sin Feria, bien podría haberse recuperado como festivo el día 30 de mayo, día en que se celebra a San Fernando, el hombre que rescató a Sevilla de las manos de la morería y que sigue siendo el Patrón de la ciudad. Pero no, festivo este miércoles de Feria que suplió a aquel ominoso Lunes de resaca instituido en su día como tácito homenaje al mollatoso desconocido. Y hoy, perimetrados en toda regla, con las persianas ya arriadas antes de que llegue la noche y sin destino alguno al que ir, resulta que es fiesta por todo el día. Cosas veredes.