La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

...Y parió Roma

Burbujeaban las redes proponiendo magnas cabalgatas de pasos y Roma les dio alas

éramos pocos y parió Roma. Es lógico que en esta dramática situación la Congregación para el Culto Divino dé instrucciones sobre las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. Pero no que se meta en recomendar fechas para trasladar las procesiones. Se me escapa por qué este cardenal, tan estricto que pasa por integrista, ha firmado esta recomendación que, literalmente, supone dar un paso adelante en la conversión de las procesiones en un carnaval. A ver si tenía razón Blanco White cuando en las Cartas de España escribía que el éxito de las procesiones se debía a que Sevilla no tenía carnaval.

Ante esta tragedia, que ha costado miles de vidas y costará muchas más, que salgan o no salgan los pasos es una anécdota y pensar en ello, una frivolidad. Tal vez no se lo hayan dicho al cardenal Sarah cuando ha visitado Sevilla, pero los pasos salen, o deben hacerlo, porque es Semana Santa. Y si circunstancias trágicas lo impiden, no vuelven a salir hasta el año siguiente. Otra cosa son las procesiones extraordinarias, cuyo abuso las está convirtiendo en ordinarias en su doble acepción de "que sucede habitualmente" y "basto y vulgar". Pero ponerse a pensar en estas cosas en medio de esta tragedia, como algunos kapillitas y kofrades más algún kura han hecho, es inmoral si no indecente. ¡Que se está muriendo la gente, por Dios!

Plantear el traslado de las procesiones "a otros días convenientes, por ejemplo, el 14 y 15 de septiembre" es un grave error que rompe la relación esencial entre la Semana Santa que se celebra en los templos y la que se celebra en las calles. Una relación basada en que se trata de la única fecha histórica conocida, gracias a la celebración de la Pascua judía, de la vida de Jesucristo. Por eso salen las cofradías en Semana Santa. El 14 y el 15 de septiembre se conmemoran la exaltación de la Santa Cruz y Nuestra Señora de los Dolores, no la pasión, muerte y resurrección del Señor. Las procesiones no son trasladables. Porque no son la feria. O no deberían serlo.

Burbujeaban las redes proponiendo esas magnas cabalgatas de pasos que se montan con los más variados pretextos. La cosa es exhibir muchos pasos, llenar hoteles y abarrotar bares. Y en eso llegó la Congregación para el Culto Divino y les dio alas.

-Pero oiga, Tribulete de tres al cuarto, ¿va a saber usted más que congregaciones y cardenales?

-Pues de esto, con perdón, sí.

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