¿Qué pasa con Paco Cepero?

El guitarrista y compositor está siendo objeto de un vergonzoso desprecio en la Junta de Andalucía

05 de abril 2024 - 01:00

En cualquier país decente donde valoren a sus artistas, el veterano guitarrista y compositor jerezano Paco Cepero estaría cada día en un teatro distinto o contando sus vivencias en alguna importante universidad. A sus 82 años, una carrera artística sin parangón en la música española de las últimas seis o siete décadas y en plenitud de facultades y creatividad, está siendo objeto de un vergonzoso desprecio en la Junta de Andalucía, donde ya no le cogen ni el teléfono. Oiga, que soy Cepero. Como si fuera usted el Papa. Pero si ya es lamentable que un artista de la categoría de Cepero sea tratado de esta manera por el Gobierno andaluz, es mucho más denunciable que no tenga el reconocimiento que merece en su propia tierra, Jerez, les caiga más o menos simpático a quienes promueven la cultura en esa ciudad.

El maestro soñaba con retirarse y dirigir en Jerez un centro de enseñanza para formar a los jóvenes. Lo expuso en el Ayuntamiento y le dijeron que estaba hecho, pero nada más se supo de este asunto. No pedía gran cosa: un local municipal, un sueldo de profesor y medios para llevar a cabo esa labor. Porque el maestro no tiene ni siquiera una pensión. Es verdad que no la necesita, pero un día habrá que hablar en serio sobre cómo tratamos en Andalucía a quienes tanto han dado y dan a nuestra tierra. Manolo Sanlúcar me dijo una tarde en su casa, pocos días antes de su muerte, que cobraba una pensión de 600 euros. Evidentemente, el genio no vivía de esa paga, pero me lo dijo con una tristeza en los ojos que se hizo de noche de repente en Sanlúcar de Barrameda.

Cuesta entender que la gran figura de la guitarra que nos queda no fuera invitada a tomar parte en el homenaje a Paco de Lucía en Nueva York. Un evento para el que la Junta dio casi dos millones de euros y nos consta que se tuvieron que regalar muchas entradas para que pareciera que estaba siendo un éxito. Paco adoraba a Cepero y alguien decidió que el jerezano de San Miguel no tenía que estar en tan señalado festival. Lo mismo que alguien ha decidido que no vaya a estar tampoco en la Bienal, donde ya debería haber recibido un gran homenaje nacional, ahora que todavía cuenta chistes y anda bien de la cabeza. Lo comprobé no hace muchos días en la venta de Curro el de los Conejos junto a Enrique Montiel.

¿Qué pasa con Paco Cepero? No es, el maestro, de los que van por los despachos acariciando el lomo de los mandamases de la cultura.

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