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PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

El peliculón que nos falta

LOS profesionales del cine andaluz se sienten traicionados por los políticos del PSOE (y ahora también por los de IU) que tantas veces les han querido como correa de transmisión, como colegas de causa común para aportar buen rollo a sus candidaturas. La última vez en las elecciones autonómicas del 25 de marzo. Antes de esa cita con las urnas, ya hubo manifiestos y actos de protesta de directores, productores y actores, muy reconocidos, contra el drástico viraje de la Consejería de Cultura para dejarles colgados de la brocha y al borde de la ruina. Pero cuando llegó la campaña electoral, muchos fueron llamados a capítulo y se hicieron la foto junto al candidato Griñán en el típico acto de adhesión con las gentes de la cultura. Les dijeron que, por mal que estuvieran las cosas en el presupuesto de la Junta, les convenía hacer seguidismo porque peor les iría si Arenas y el PP llegaban a las poltronas de la Junta.

Poco han tardado en constatar el si te vi no me acuerdo. Se acabó lo que se daba. Tienen toda la razón en exigir que Canal Sur TV cumpla la ley y destine el 6% de su presupuesto a producciones de ficción y documentales. Y tienen buenos argumentos para retratar a Griñán como un presidente cuyo criterio es tratar a la cultura peor que otras comunidades, pues, en proporción, Cataluña invierte seis veces más, y el País Vasco tres veces más.

Cualquier ciudadano puede comprobar cómo, desde que los cineastas empezaron a perderle el miedo a criticar al Gobierno autonómico, y lo hacían sólo por defender su propia supervivencia, han dejado de meterse con ellos los periódicos y los columnistas que durante años les han zaherido por sus críticas a la guerra de Aznar en Iraq, o a los obispos por demonizar a los homosexuales. Ahora que se quedan a dos velas y pueden recobrar altas cotas de libertad (las que dilapidaron por hacerle la pelota a quien expedía las subvenciones), ahora es cuando desde el cine andaluz, con más dignidad que dinero, tiene que rodarse el peliculón que nunca han hecho. La historia que encarne el dramático fracaso político, empresarial y sindical de la Andalucía de los últimos 30 años, con personajes de todo pelaje medrando juntos para llevárselo calentito, a la par que se procura mantener a la sociedad entontecida y encantada de estar a la cola de España y Europa.

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