LA flamante secretaria general de los socialistas sevillanos dijo, con oratoria flamígera, que desde el Gobierno del PP "nos quieren asfixiar cada vez más, nos retuercen el pescuezo para que no podamos respirar, pero vamos a respirar en Andalucía". Se equivocaba en dos sentidos. Primero al confundir al partido con la Junta y a ésta con Andalucía. Es una malformación política que afecta a todos los partidos que se pasan décadas en el poder. Sucedió o sucede con el PNV y el País Vasco, CiU y Cataluña, el PP y Valencia o el PSOE y Andalucía.

Se equivocaba, también, porque no es el Gobierno popular quien no deja respirar a Andalucía, asfixiándola o retorciéndole el pescuezo. De eso ya se encarga la Junta de Andalucía con los muchos hechos presuntamente irregulares o delictivos que se están investigando. Esta semana sabíamos que a la juez Alaya se ha unido el magistrado Gutiérrez Casillas; y que entre los dos tienen abiertos 16 procedimientos judiciales que afectan a la Junta, ocho empresas públicas dependientes de ella y 182 imputados, entre los que hay altos y ex cargos de la Junta. Como escribía el compañero Jorge Muñoz, "no hay ninguna Consejería que no esté bajo el foco de la sospecha y que no esté siendo sometida a una excepcional y exhaustiva autopsia documental por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y de la Unidad de Blanqueo de Capitales de la Policía Nacional".

Lo que está retorciéndole pescuezo, no a Andalucía sino a la Junta, no son los recortes del Gobierno popular. Son los recortes hechos a la legalidad por quienes ahora están siendo investigados. El inflamado discurso de la secretaria general está de más. Lo de la Junta es una cuestión de suicidio, poniéndose la cuerda de los ERE al cuello; o de ese exceso de confianza y esa sensación de impunidad que, inevitablemente, son compañeros de las largas permanencias en el poder de un mismo partido. La voluntad de los ciudadanos, ya lo sé. Y la debilidad del contrincante que en tres décadas sólo le ha ganado una vez; y por tan poco que el pacto con IU lo dejó en la oposición.

"Vendrá la ola del cambio, el reencuentro. El volver a mirar a los ciudadanos a los ojos", dijo Susana Díaz en el acto de elección de la secretaria general sevillana. Difícil lo tiene. 16 procedimientos judiciales se interponen. Aunque, eso sí, siempre contará con el apoyo del errático PP andaluz.