SE desmorona la cultura en Andalucía. Se agiganta la brecha socioeducativa que separa a buena parte de la población joven respecto a la creación cultural. Se llevan las manos a la cabeza los protagonistas de cualquier ámbito cultural por cómo la Consejería de Cultura ha abandonado todos los planes estratégicos que durante años se elaboraron en su seno para políticas culturales de largo plazo. Se caen los palos del sombrajo para muchos sectores a causa del mutis por el foro que el actual Gobierno de Griñán ha adoptado como pose para escurrir el bulto en la cultura, antaño seña de identidad del socialismo. Se nombró consejero del ramo a un político veterano como Paulino Plata que no tiene nada que ver con la cultura. Ni la siente ni la entiende. Y 17 meses después de su nombramiento, la iniciativa rimbombante que es capaz de articular para que el presidente de la Junta suba enteros mediáticos y la anuncie en un acto al que se convoca a 400 personajes de la cultura en el Teatro Central es... una marca y un logo corporativo en línea de la Andalucía de la Consejería de Turismo, ligados a un portal de internet donde entre todos elaboremos una agenda digital de la actualidad cultural andaluza. Lo de siempre: apuesta principal por la imagen y la comunicación en tiempos preelectorales. Marketing como cortina de humo mientras la creación cultural se muere de pena y de localismo.

Estupendo vídeo de presentación, loable iniciativa de difusión y apelación al espíritu colaborativo. Pero, si son coherentes con la mentalidad de la sociedad abierta en las redes de internet, ¿va a soportar el Gobierno andaluz que los ciudadanos utilicen esa herramienta y ejerzan la libertad de expresión para introducir sus comentarios sobre lo que está pasando en la cultura en Andalucía y las causas de su subdesarrollo empresarial, desaprovechado potencial, aislamiento comercial y sometimiento intelectual, 31 años después del 28-F?

A estas alturas de la película, ya no cuela rebobinar el trailer.