SERÁ éste el primer gran día del Rocío, de ese trío de jornadas que culmina con el paseo de la Blanca Paloma por la aldea en loor de cariño y de multitud. Sábado, domingo y lunes forman la trilogía que argumentan la romería más multitudinaria que conoce la religión católica, pero vayamos por orden cronológico y pongamos el acento en este sábado de Pentecostés. Durante todo el día se escuchará la voz monocorde del maestro de ceremonias para ir dándole paso a todas las hermandades que van postrándose ante la Virgen por orden de antigüedad. "La caballería de Benacazón, que vaya acercándose" y así, orden tras orden, va cumpliéndose el primer rito de la fiesta, el de la presentación de simpecados. Es una ceremonia preciosa y atávica, como si nos metiéramos en el túnel de un tiempo que se fue y que reaparece con ocasión de actos como éste del Rocío.
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