RELOJ DE SOL

Joaquín Pérez Azaústre

No habrá próxima vez

NO habrá próxima vez: lleváoslo". Es lo que le dice a Robin Hood Sir Guy de Gisbourne justo después del juicio y es también lo que ha dicho Rajoy tras este juicio público y real no sólo a su propio partido en Valencia y Madrid, sino también, y especialmente, a su liderazgo vacilante. Hay relación entre la escena de la maravillosa película dirigida por William Keighley y Michael Curtiz y la última película firmada por Rajoy. Rajoy, claro, nunca puede ser héroe de acción, y su película es contemplativa. Al haber dicho esta frase se ha puesto del lado de Sir Guy, magistralmente interpretado por Basil Rathbone, que fue también el pirata francés enemigo de Errol Flynn en El capitán Blood. Errol Flynn en Robin Hood está espectacular, como en El capitán Blood, y Basil Rathbone lo está como villano, del mismo modo que fue un gran Sherlock Holmes.

Pero es que además hay un paralelismo entre Sir Guy y Mariano Rajoy. Sir Guy es un noble normando que, al amparo del príncipe Juan Sin Tierra está dispuesto a esperar su momento en la sombra mientras otros arriesgan la vida por la patria, como Rajoy sólo está legitimado por ese dedo-cetro que fue Aznar. En esto se le cruza Robin Hood, y Sir Guy logra apresarle con un torneo de arqueros. Después viene ese juicio, y cuando Errol Flynn/Robin Hood va camino del cadalso, vuelve a mirar a Sir Guy con la sonrisa magnífica y le suelta: "Siento haberos menospreciado, Sir Guy. La próxima vez...". A lo que responde Basil Rathbone: "No habrá próxima vez", que es lo mismo que ha dicho Rajoy para volverse una nueva consigna ahora muy de moda en el partido.

Porque en el Partido Popular, que antes lucía mensajes más directos, del tipo "puedo asegurar que en Iraq hay armas de destrucción masiva" o "el matrimonio entre homosexuales no es un matrimonio, va a destrozar a la familia", ahora se ha extendido este verbosidad ondulante de Rajoy que roza la impericia filosófica, ese galleguismo que en realidad es un galimatías, que no es que diga las cosas sin decir, sino que no dice nada, y mientras el Gobierno sin una oposición. España necesita oposición como Sir Guy necesitaba que sí hubiera próxima vez, para poder morir de gloria a manos de Errol Flynn. No habrá próxima vez, dice Rajoy. Pues muy bien. Es como si las víctimas de Vlad Tepes, por seguir de cine, nos dijeran también, atravesados por estacas al borde del camino, que no habrá próxima vez. ¿Y eso qué demonios significa, si ya te han empalado hasta el cogote? Claro que no habrá próxima vez, pero para Rajoy, que ni siquiera caerá víctima del héroe, sino de su propia flacidez política: por no tener no tiene ni un digno Robin Hood.

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