DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

El puente del Corpus

Es el puente de las Playas. Y se lo van a cargar, ya lo verán. Excepto que inventen el del Solsticio de Verano

El puente del Corpus es patrimonio inmaterial de los sevillanos. Pero está amenazado, como casi todo. Comentan en algún despacho del Palacio Arzobispal que a este puente le quedarán tres o cuatro años como mucho; llegará un momento en que será insostenible. Carece de sentido litúrgico, ya que la fiesta eucarística se conmemora hoy, el domingo en que salen las Custodias de Triana y la Magdalena. Tampoco está claro si beneficia o perjudica a la hostelería local, ya que la gente se larga; y los turistas de Sevilla Summertime vendrán sí o sí. Es un turisteo inasequible al desaliento y propicio a deshidratarse.

El puente del Corpus ya no tiene los apoyos de otros tiempos, cuando la Iglesia alzó el estandarte y recordó el origen de la fiesta, aquel jueves de 1247 que brilló el sol en Lieja, cuando la primera procesión eucarística. El argumento eclesial se ha disipado, desde el punto y hora en que el Papa Francisco le ha enmendado la plana a Urbano IV, y ha trasladado la procesión de Roma a un domingo como hoy. Siempre nos quedarán los capillitas, piensan algunos. Pero ellos también saben que los quieren echar de la procesión. Y, para no ir, lo mismo les da un jueves que un domingo.

El puente del Corpus ha pasado a ser laicista y turístico, ya no es tan religioso. La perfección tradicional consistiría en ir el miércoles a ver altares, asistir al concierto de la Banda Sinfónica Municipal y rematar con la llegada de la Hiniesta Gloriosa a la plaza de San Francisco. El jueves, madrugar para el traslado de la Cena, asistir a la Procesión con el Santísimo, saludar al alcalde Juan Espadas (antes a Zoido) y aplaudir a la compañía militar de honores. Después, el regreso de la Cena, almuerzo, siesta y a los toros. El viernes y el sábado acudir a algún concierto, exaltación, o triduo eucarístico. Mientras que el domingo (o sea, hoy, el día del Corpus), se dedica a las procesiones de Triana y los barrios.

El puente del Corpus, sin embargo, ha sido reconducido por la perdición de las buenas costumbres. Los ateos también lo celebran. Y muchos creyentes se comportan como ateos. El miércoles pasado había avalanchas (sin carreritas) por las autopistas y autovías, hacia las playas de Huelva, de Cádiz, de Málaga. Algunos hasta el Algarve portugués, o puede que más lejos. El puente del Corpus es el puente de las Playas. Y se lo van a cargar, ya lo verán. Excepto que inventen el puente del Solsticio de Verano, o algo así que lo justifique.

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