PRIMER éxodo del verano el que se ha organizado en este puente del Primero de Mayo y si las autovías se vieron ya insuficientes en la Operación Salida, lo de esta tarde se prevé tremendo. La bonanza térmica ha jugado a favor del éxodo sobre los movimientos migratorios de cualquier puente, ésos por los que el sevillano se va a Madrid y el madrileño se viene a Sevilla. Movimientos migratorios por los que los taberneros más significativos de la ciudad engrosan sus arcas de forma espectacular. Pero con la llegada de las calores, en un puente tan largo tira el personal para el litoral, que hay que ver con las ganas que se proyectan los primeros baños del curso. En este puente se ha tendido a eso, al baño, de ahí que en los grandes abrevaderos de esta Sevilla no se hayan producido las aglomeraciones de puentes anteriores. Gente sí que ha habido, pero en esta ocasión le ha ganado el éxodo a la migración por la alianza con la calor.
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