DEMASIADO hecho el personal a ver siempre a su equipo por obra y gracia de que todo se televisaba, ahora se brama contra la televisión autonómica por el hecho de no dar el Trofeo Colombino. Se da a entender que Canal Sur está en la obligación de televisar todos los torneos en que intervienen equipos andaluces y se tira de agravio comparativo con otras que sí lo hacen. Que si Telemadrid da al Atleti, que si la de Aragón al Zaragoza o Euskal Telebista al Athletic. Pero es que esos equipos polarizan la atención en sus comunidades, algo que aquí no ocurre, ya que son muchos los llamados y pocos los elegidos.

Vengo reiterando tras la catástrofe del Domingo de Pentecostés que el aficionado bético iba a desayunarse cada día con un sapo y ahora toca el de saber que quien quiera ver al Betis en el Colombino habrá de tomar la autovía rumbo a Huelva. Total, está ahí al lado, tres cuartos de hora de coche y ya está uno junto a la ría. Siempre que hay una desgracia, el dolor se acentúa en los días siguientes y, desgraciadamente, las contrariedades para el bético no han hecho más que empezar. Y es que acostumbrado a ver al equipo entre las 625 líneas, eso de que ya no aparezca ni en los telediarios es un drama al que no tendrá más remedio que irse acostumbrando.

Por supuesto que históricamente y por masa afecta, el Betis no es menos que nadie en Andalucía, pero el presente es el presente y éste dice que hay cuatro por delante. Hasta Xerez y Almería son ahora más prioritarios para Canal Sur a la hora de mostrarlos por la pequeña pantalla. Es una putadita más que agradecerle al que maneja la barca verde, blanca y verde, pero es que la realidad es dura como la vida misma, como esa vida que vive el bético y que no es vida ni es nada. Quiere decirse que nadie dirija sus críticas a Canal Sur, sino al que ha permitido que el Real Betis Balompié, nada más y nada menos, tenga por delante en el escalafón actual lo que tiene por delante.