SI Pedro Pacheco es capaz de conseguir seis concejales en las elecciones municipales en Jerez, como le augura la encuesta del Grupo Joly publicada el pasado domingo, tendrá un significado político más profundo de lo que parece. No es sólo que el antiguo líder andalucista, hoy independiente por su cuenta, vuelva a la política con cierta capacidad decisoria. Es que, si eso ocurre, estaremos ante un triunfo de la nostalgia, que es también el fracaso de una clase política a la que se acusa de mediocridad. Sería un triunfo del pasado sobre el presente para encarar el futuro.

En teoría, esos seis concejales de Foro Cívico no le darían a Pacheco la llave para decidir la Alcaldía de Jerez, ya que la misma encuesta vaticina la mayoría absoluta de María José García-Pelayo, al frente del PP, con 15 concejales. Pero esta es la radiografía de ahora. Dentro de poco más de dos meses, la candidatura de Pacheco se puede ver reforzada por lo que dicen las encuestas (no es un voto inútil) y si es capaz de sumar algún concejal más, o al PP se le pierde alguno, entonces sí que podría decidir. Tampoco se debe olvidar que, en función de los resultados finales de Pacheco, hasta podría tener cierto poder de decisión en la Diputación Provincial de Cádiz, donde a priori existe bastante igualdad entre PSOE y PP.

En caso de que Pedro Pacheco fuera decisivo, lo normal es que pactara con el PP. Y eso, aun dando por seguro que el PSOE le pondría sobre la mesa, dentro de la oferta, la cabeza de la actual alcaldesa, Pilar Sánchez. Pero ya digo que son especulaciones, porque también puede pasar que los seis concejales no le sirvan a Pacheco para decidir nada que no sea la ruina electoral del PSOE, el partido al que le quita los votos. Sin embargo, pase lo que pase, una aparición con cierta presencia de Pedro en el Ayuntamiento de Jerez implicaría una irrupción de la nostalgia que no puede caer en el olvido.

La mejor campaña de Pacheco en Jerez la ha realizado su principal enemiga política, Pilar Sánchez. Su gestión ha sido tan polémica y cuestionada que ha favorecido la añoranza de los años en que el carismático ex líder andalucista fue alcalde. Es algo parecido al caso de Zapatero, que lo ha hecho tan mal que ha agigantado a Felipe González. En este caso del presidente eran del mismo partido, pero en Jerez no. Pacheco y Felipe presentan algo en común: pertenecen a un tiempo en el que era necesario tener ciertas aptitudes para ser político.

Con Pacheco se puede estar de acuerdo o no, o sólo en algunas cosas sí, pero es innegable que se trata de un político auténtico. Estaba deseando volver, no estaba para retirarse, eso se le notaba y sólo queda por ver hasta dónde llega, incluso si su recorrido se limita sólo a Jerez. En mayo encontraremos las respuestas.