TRÁFICO Cuatro jóvenes hospitalizados en Sevilla tras un accidente de tráfico

La respuesta está en un libro

Europa cuenta dentro de sus fronteras con caballos de Troya peligrosísimos. ¿Qué hacer, pues? ¿En quién confiar?

En la vida política española se viven tiempos de desconcierto. En la calle, en la prensa, se mire dónde mire, flaquea el ánimo y cada día, ya desde hace meses, se pierde confianza en los que debían aportar soluciones. No nos merecemos estos políticos: es una expresión frecuente. Muchos de los votantes se sienten traicionados por la falta de convicciones de los elegidos. La fidelidad a los principios apenas prevalece, se cambia de campo sin justificación ni mala conciencia y no hay día sin desagradables sorpresas. El horizonte exterior no es más estimulante: personajes tan mediocres como narcisistas tienen en sus manos el Gobierno de los países más poderosos. Europa cuenta dentro de sus fronteras con caballos de Troya peligrosísimos. ¿Qué hacer, pues? ¿En quién confiar? Para momentos así, ya la propia civilización se buscó un antídoto con el fin de aliviar tanta incertidumbre. Se inventó la Historia y, sobre todo, el libro de historia, como un buen medio para revisitar el pasado y recuperar aquellos acontecimientos que conviene recordar para compararlos con el triste presente que se padece.

Pero hay que saber escoger ese pasaje histórico concreto para que ilumine las vivencias contemporáneas. Y también hace falta acertar con el libro preciso capaz de traducir aquellos sucesos para que sepamos leerlos como un trasunto ilustrativo de los que se viven en la calle. Para esto se recurrió a crear y creer en la Historia como medio de mirar hacia atrás y comprender mejor el presente. Y el papel de recuperar el pasado sólo lo cumple el libro escrito por un buen historiador si, además, sabe narrar. Y en estos días, entre tanta desorientación, ha llegado a las librerías un libro, un simple libro, que responde minuciosamente a las causas que tanto desasosiego provocan ahora mismo. El periodo elegido es la Revolución francesa y todas las confabulaciones trabadas alrededor de ella. Podría parecer ingenuo insinuar que la angustia ahora reinante es comparable a la que se inició en 1789. Puede que no, pero cuando un historiador rastrea hacia atrás solo busca, de manera más o menos consciente, darle respuesta a los interrogantes que asedian su presente. No siempre se consigue. Pero si lo ha logrado un gran historiador y mejor escritor, Simon Schama, con Ciudadanos. Crónica de la Revolución Francesa (Debate). Utiliza con fidelidad aquellos años para responder a lo que pasa en estos. Léanlo y comprenderán: las mismas escenas, los mismos personajes y casi las mismas sombras.

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