Escuchando la malísima noticia de la horrible cantidad de ahogados que va cobrándose el verano con el oasis de cómo la Policía salvó a un hombre donde el puente de San Telmo, se nos vienen a la memoria aquellos veranos en que el río era una de las primeras, o la primera, causa de mortandad en el estío. El río y la Recta de Los Palacios con la irrupción de aquellas Ducati, Bultaco, Montesa o Rieju que hacían furor entre los jóvenes. Estos ahogados de hoy en nuestras playas, embalses y ríos nos rescatan escenas tan dramáticas como la del grupito de amigos llevándole la ropa a los padres del que había sido engullido en su intento de cruzar a la otra orilla en la Barqueta o junto al Puente de Tablas. Si ahora está siendo el mar el principal escenario del drama, entonces eran los terribles remolinos y las corrientes de un río vivo que se convertía en trampa mortal.