PENDULAZO preñado de incoherencia, pero es uno más, sólo un pendulazo más de los muchos que hemos vivido. Lo que un gobierno instituye, otro lo derroca por fas o por nefas. Es lo que ha pasado con el premio taurino que instituyó Zoido después de que Monteseirín declarase el toreo como Fiesta Mayor de la ciudad. Pero a este gobierno actual lo tiene cogido por do más pecado hay un partido de insignificante seguimiento, con gente que, por ejemplo, califica de muñecos a los cristos y a las vírgenes de nuestra Semana Santa. Y alguien así también es antitaurino, que eso viene de fábrica, y ha obligado al alcalde a suprimir un premio al que él asistía sin que le pusiesen una pistola en el pecho. Y se da el caso de que en Sevilla, cuna indiscutible del toreo, se elimina un premio taurino que lleva, llevaba, el nombre de la ciudad porque pendulazo es lo que toca.