Dábamos el domingo la bienvenida al nuevo manijero deportivo del Betis y hemos de ir a su presentación en sociedad a través de una infumable rueda de prensa telemática. Estuvo bien Antonio Cordón a pesar de los entrecortamientos y los fallos de sonido, pero le superó Ángel Haro en el valiente ejercicio de salvaguarda personal de José Miguel López Catalán, convertido en centro de la diana de los más furibundos francotiradores.

Bueno el quite del mandamás a su brazo derecho, tan culpabilizado de lo mucho que no funcionó en el club. Y ahora que el hombre dio un paso a un lado, el presidente ha obrado con nobleza y también con valentía, pues la que le puede caer por eso es de abrigo. Y yendo a lo noticioso para los que huyen de insidias y de malos rollos, hay que redundar en lo bien que promete la indudable conjunción Cordón y Pellegrini, al que también llama por su nombre de Manuel, ¿cómo si no?

A partir de aquí sólo cabe esperar que vayan pasando los días de una pretemporada anormal. Será muy atractivo de ver cómo la nueva dirección deportiva es capaz de mutar el plantel a competitivo. Es la asignatura pendiente del Betis y disciplina principal para el nuevo cuerpo técnico. Ayer ya adelantó Cordón que la reconversión del plantel es tarea de Pellegrini y que, claro está, blindar al equipo en retaguardia debe figurar en sitio muy destacado entre sus prioridades.

Es a brochazos lo que saqué en claro de una rueda de prensa que no contó con la técnica como mejor aliada. Hubo algún informador que se vio anulado por susodicha técnica y convendría que tal forma de intercomunicación se mejore o se vuelva a lo de siempre, al cara a cara, a lo presencial. Ni dio buena imagen para el organizador ni dejó airoso el rol de algún que otro compañero. Lo telemático no es de hoy, aunque sea cuando más se usa, pero usado como ayer es ridículo.