Crónicas levantiscas

Juan Manuel Marqués Perales

La soberbia

EL escepticismo anida en el alma del buen científico. Nadie escribe su tesis hasta que no se demuestre de un modo contrastado, y a ser posible mediante una experimentación previa o un desarrollo teórico sólido. Y aun así, el científico debe estar preparado para que su teoría quede invalidada en favor de otra más atinada. Ésta es la dialéctica de la verdad. Dos profesores de la Universidad de Harvard, Carmen Reinhart y Ken Rogoff, publicaron un trabajo en el que demostraban que cuando un país tenía una deuda mayor del 90% de su PIB, éste comenzaba a decrecer, a caminar hacia la recesión. ¡Los detractores del gasto público encontraron el Santo Grial! Esta supuesta verdad científica sirvió de base irrebatible a algunos republicanos en las elecciones de Estados Unidos. Sin embargo, tres jóvenes investigadores de Massachusetts han encontrado errores en las tablas de los profesores. El problema de los economistas es que son estudiosos sociales que aspiran a encontrar verdades absolutas, cuando en este campo no las hay. Ni siquiera en otros. Japón crece y su deuda dobla su PIB, lo que no significa, claro está, lo contrario: que las economías endeudadas generen crecimientos sin fin. La contundencia de la economía no podrá sustituir a la veleidad política, aunque cueste creerlo. Miren Portugal, la deuda ya llega al 125% gracias a la pura austeridad.

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