PARPADEANDO ya los pilotos que indican las alarmas surgidas con el equipo y costándole asumir a su amplísima masa social que sólo se podrá fichar a los que no quieran los demás convendría reflexionar sobre algunos aspectos. Por ejemplo, con la situación de Álvaro Vadillo, quizá el futbolista más rápido del plantel. Y es que creo que, visto lo visto, en el club se debería volver grupas a fin de darle al gaditano una oportunidad más.

Si el vestuario bético estuviese plagado de futbolistas de primer nivel quizá podría explicarse la actitud tomada con el futbolista. Pero no es el caso y haciendo hincapié en la edad y en las condiciones que mostraba antes de las dos lesiones de rodilla, creo que debería echarse mano del beneficio de la duda e incorporarle por vía de urgencia al trabajo con el resto de sus compañeros, como si fuera uno más aun teniendo constancia plena de que no es peor que muchos de ellos.

Quiere, además y lógicamente, el Betis sacar tajada económica por él y no creo que la mejor manera sea quitarlo del escaparate. Clama Mel por gente con velocidad y más velocidad de la que tiene Vadillo no se va a encontrar con los dineros que maneja el club. No sé a quién beneficia este descarte y si acaso es alguien el agraciado, ese será Vadillo cuando el club no tenga otra salida que rescindirle el contrato, con lo caro que sale eso, que es algo que se está demostrando día a día.

Sé que Mel perdió la confianza en él por lo realizado en los tres o cuatro ratos que lo sacó en el tramo final del campeonato. Y pienso que sus razones tendrá el técnico tras haberle tenido en su devocionario antes de las lesiones. También quiero pensar que viendo lo que tiene a sus órdenes y lo que el Betis puede adquirir, Vadillo debería contar con otra oportunidad, que quizá fuese la enésima, pues, bueno, la enésima, qué pasa, viendo lo que vemos en este tiempo de probaturas.