Tras la aparatosa salida de la política activa de Rafael Velasco, en el que el presidente tenía puestas todas sus complacencias, la primera línea de choque de José Antonio Griñán, tanto en el partido como en el Gobierno, está compuesta por mujeres. Ahí lo tienen, en el Comité Director del PSOE del pasado martes, rodeado por Susana Díaz, convertida en auténtica mujer fuerte de la dirección socialista;
Mar Moreno, número dos con aspiraciones de Gobierno, y Rosa Torres, silente presidenta del PSOE.
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