RECIÉN iniciado el nuevo año, llega la hora de hacer revisión. ¿Se ajusta nuestro patrimonio a nuestro nivel de riesgo? Ante las perspectivas de una mejora generalizada de la economía mundial, en los últimos meses muchos inversores seguramente hayan decidido aumentar exposición a ciertos activos de riesgo, en aras de lograr una mayor rentabilidad. Como referente tienen un 2013 que acabó con optimismo. Ahora bien, todos estamos siendo testigos de la nueva tormenta que azota al mundo emergente, y que está afectando, no sólo a esos países (que suenan muy lejanos), sino también al mundo desarrollado, aquel en el que vivimos, trabajamos e invertimos.

Todo esto debería hacernos reflexionar sobre lo importante que es mantener una cartera adecuada a nuestro perfil de riesgo. Así, si somos más o menos conservadores… ¿Por qué utilizar activos que no nos dejan dormir a pierna suelta? Nosotros podemos darles nuestra visión sobre los mercados; contarles qué activos nos gustan de cara a este nuevo ejercicio. Así, creemos que la Bolsa tiene mayor potencial que la renta fija y que Europa, seguramente, lo hará mejor que EEUU, porque, aunque la economía va algo peor, las empresas europeas son ahora más competitivas y, además, sus acciones están más baratas… También le podemos decir que nos sigue gustando la deuda periférica (pública y privada), que aconsejamos jugar a través de fondos de inversión. Pero todo eso tiene que ir en consonancia con su perfil de riesgo, con sus necesidades de liquidez -presentes y futuras-, con su edad… y con otras muchas circunstancias personales. Nuestra recomendación: busque un asesor financiero independiente que le diga si, de verdad, su cartera se ajusta a su nivel de riesgo y le ofrecerá, además, las soluciones adecuadas en cada momento. Y un consejo: no se deje llevar por las modas, ni crea que lo que le fue bien a su tío, amigo, vecino, compañero de trabajo le irá bien a usted.