LA remodelación de la Gerencia de Urbanismo, que el PP ha decidido dejar a medias a última hora (salvo las destituciones ya comunicadas a los interesados), ha puesto esta semana patas arriba el principal departamento municipal. En las caracolas el ambiente se corta con cuchillo y el aire se ha vuelto sólido. El comité de empresa exigió al gobierno del PP información (la luz y los taquígrafos no existen en Urbanismo) y amenazó con impugnar por la vía judicial cualquier propuesta no negociada previamente. La cuestión no es interna ni corporativa. Afecta a un tema clave para la economía sevillana: la concesión de licencias. La tormenta no cesa.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios