LAS EMPINADAS CUESTAS

Amparo Rubiales

Sed de urnas

ME marché de Sevilla bajo los efectos de la frase de Rajoy de que tenía "sed de urnas". ¡Me dejó atónita!; esa sed, dijo, era también de España, confundiendo la realidad con su deseo. Bajo la euforia se oculta el miedo a que se resuelvan muchos de los problemas que nos acucian y a que se acaben sus posibilidades de ganar las elecciones. Los españoles tienen otros tipos de sed: de justicia, de educación, de igualdad, y, sobre todo, de empleo, empleo y empleo, y lo que quieren son soluciones, que él nunca aporta.

Tuve la fortuna de poder olvidarme enseguida de esa frase, porque viajé a una fascinante y milenaria ciudad, Estambul. Turquía es una república con democracia consolidada, laica, de mayoría musulmana, gobernada por un partido islamista moderado, con problemas, pero sin revueltas. Lo que menos me gustó, como siempre, es el rol de la mujer, que se exterioriza con el uso del velo, mientras ellos visten como quieren. Me molesta que tengan sitios acotados en las mezquitas, siempre al final de las mismas. Pero tampoco me gusta, como escribe Gabriela Cañas, que la mujer occidental sea esclava de su cuerpo ni su estereotipo hipersexuado, siendo el denominador común, en ambas culturas, el cuerpo de la mujer como objeto de deseo masculino, que debe ser ocultado, en unos casos, y exhibido, en otros. ¿Voluntariamente?

En esa ciudad asistimos, desde el Galeón Andalucía -reproducción de un galeón español del siglo XVII- al desatraque del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, una goleta de principios del XX. Era impresionante verlo: "desde el centro del mundo parecía un viaje en el tiempo". Dos joyas históricas de la navegación española coinciden allí y sientes orgullo, algo a lo que no soy muy dada, de ser además andaluza.

En estos singulares buques, una goleta y un galeón, sus tripulaciones, muy diferentes en número, por su distinto tamaño, estaban integradas por hombres y mujeres, todavía éstas en menor número, pero no en importancia, porque quien dirigió el desatraque del Sebastián de Elcano fue una mujer, que actuó de contramaestre de popa y bajo sus órdenes el barco se echo a la mar. Todos/as nos emocionamos.

La "sed de urnas" se me olvidó, pero al volver me encuentro con que el centrado Arenas defiende la vieja teoría de la conspiración del 11-M, caso juzgado en los tribunales y en el Congreso, que Cospedal habla de detectives privados y otras barbaridades.

Y mientras tanto, se ha alcanzado un importante pacto sobre pensiones, que se ampliará, imprescindible en estos momentos de crisis. Rajoy tendrá que esperar unos meses para calmar su sed… y veremos qué pasa cuando las urnas se abran.

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