FRECUENTEMENTE se da en fútbol esa frase tan ventajista de a ver qué dicen ahora. Ocurre mayormente cuando el delantero que fue fichado para hacer goles da con la tecla tras un largo tiempo de sequía. También, cuando el defensa que llegó para achicar agua encuentra el sitio después de un tiempo de devaneos y de encajar goles a balón parado... o en movimiento. A ver qué dicen ahora ésos que criticaban la sequía goleadora o la impericia en el achique. Lo dicen de una forma nauseabundamente ventajista y merecedora de una respuesta tajante, ya que lo lógico es que se analice la presente realidad, no el pasado ni se adivine el futuro.

No es coto privado del futbolista sacar esa vena revanchista, sino que también los dirigentes sacan el a ver qué dicen ahora no más les suena la flauta, por mucho que esa flauta suene sin que sean ellos quienes soplen a la caza y captura de unas notas más o menos afinadas. Pasa con demasiada frecuencia que se quiera condenar al que juzgó negativamente a ese astro que ahora ha dado con la tecla. Pues lo lógico es que se diga lo que se ve, que si falla sea criticado de forma negativa y si acierta se haga positivamente. Antes se ponía mal y ahora bien, lo lógico, lo que debe hacerse desde cualquier tribuna periodística y según se comporte el artista de turno.

A ver qué dicen ahora que estoy que me salgo, pues lo más probable, lo seguro es que digan que usted se está saliendo, ¿qué se va a decir? Luego, esos dirigentes que están agazapados detrás de la mata y que en cuanto el equipo gana dos partidos sacan la gaita para volver a decir tonterías. A ver qué dicen ahora, a ver... Algunos decían que íbamos a venir abochornados de Villarreal y ganamos, a ver qué dicen ahora. Pues seguro que se dirá lo mismo que se dijo aquel domingo en que para nada se hizo pronóstico alguno del partido. Se seguirá diciendo que ese Villarreal está estructurado coherentemente, como es preceptivo en Primera. A ver qué dicen ahora...