CURIOSAMENTE, cada vez que cae alguna persona por culpa de la gripe A se dan prisas en aclarar que antes de la gripe ya padecía otro mal y que la temible pandemia sólo hizo rematar la faena. Da la impresión que de esa manera, destacando que padecía de hepatitis o de obesidad mórbida, a la gripe se la edulcora un tanto a fin de que no cunda el pánico, pero lo que no se puede impedir es que el personal ande con más miedo que un conejo a un mes escaso del otoño. Se pone el foco en los factores de riesgo y el personal no termina de fiarse porque aquí estamos viendo cómo nos cuentan a diario lo de las ovejas y el lobo. Pasó con la crisis cuando se llamaba desaceleración y muchísimas veces con anterioridad en otras cuestiones, por lo que difícilmente se cree el personal que para que la gripe A te mate has de estar previamente enfermo. Y el otoño se acerca de forma inexorable, que no cunda el pánico.