COMO al final sea mentira la violación del director del FMI a la camarera guineana a ver cómo leches se recoge el agua derramada. Tras la diligencia con que la Policía de Nueva York sacó del avión a Dominique Strauss-Kahn resulta que la cosa no está tan clara. Afortunadamente para el francés, su familia no sólo no le ha abandonado, sino que ha estado apoyándole desde el minuto uno hasta la lujosa cena en el exclusivo italiano Scalinatella del barrio Este neoyorquino. Pero igual que su mujer permanece a su lado de forma incondicional pudo obrar de forma racial y tomárselo por la tremenda para un daño posiblemente irreparable. Moraleja, que hay que tener mucho cuidado cuando se juega en campo contrario porque te puede pasar lo que al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, que ya es un ex para cualquier cargo de relevancia, sea o no sea verdad que violó a la guineana.