OTRA vez viernes, cómo galopa el tiempo, cómo caen como con prisas las hojas efímeras del almanaque de la vida. Viernes como punto de partida rumbo a la ilusión de cada semana, a su punto final. Hoy se ponen los bebederos hasta la corcha en una sobremesa interminable, con copa de balón... a ser posible. Primer viernes de este marzo que va a traernos una Semana Santa adelantada, en la fecha ideal, cuando la andadura de los relojes no ha sido alterada otra vez en busca de esa utopía del ahorro energético. Viernes de un marzo con la luz única de los altos cielos de Sevilla. Anoche se le daba en esta casa un reconocimiento a la mujer que quizá esté tamizando mejor la luz que nos manda la antesala de la primavera de Sevilla. Carmen Laffón bien podría sacarse de su paleta el color adecuado que reflejase la luz de un viernes en Sevilla, y de Cuaresma, además.