EN su relevo al gobierno de coalición del PSC, ERC e IU, CiU se han encontrado con una difícil situación financiera. La Generalitat no tiene recursos para hacer frente al pago de la deuda que vence este año -alrededor de 10.000 millones de euros- y para satisfacer los compromisos corrientes con funcionarios y proveedores.

Antes de la reunión con Zapatero miembros del gobierno nacionalista habían declarado que el problema residía en el modelo de financiación y en el incumplimiento de los compromisos del gobierno central. Como es habitual en las autonomías con fuerte presencia nacionalista, el nuevo gobierno catalán pone mucho mas el acento en Madrid que en la gestión de la propia Generalitat. Se envuelve todo en la bandera nacionalista para tapar los problemas. Durante la gestión del tripartito, las empresas y organismos públicos se han duplicado, acogiendo al 42% de los empleados y representando el 56% del gasto total.

Un territorio que quiera replicar la estructura del Estado nunca tendrá suficientes recursos para suministrar servicios públicos a los ciudadanos y satisfacer objetivos nacionalistas de forma paralela a la del Estado. El Gobierno central va a autorizar al catalán que emita este año entre 2.000 y 2.500 millones de euros. En la actual situación de los mercados, no le va a resultar fácil la colocación.

Pero incluso superando estas restricciones, ¿que actitud va a adoptar ahora el gobierno respecto de Murcia y Castilla-La Mancha que tampoco han cumplido los objetivos de déficit?, ¿Y que fuerza moral para impedir que el ayuntamiento de Madrid emita deuda, cuando podría duplicar el nivel de endeudamiento sin comprometer su futuro financiero?

La política territorial es la variable que mas daño le esta causando al PSOE. Primero, y sobre todo, por la gestión política de la aprobación del Estatuto de Cataluña. Ahora, la gente va nuevamente a percibir que se vuelve a otorgar un trato de favor a un territorio frente al resto. La presión desde Barcelona no va a parar. Mas ya ha anunciado que en 2012 planteara un régimen de concierto similar al del País Vasco y Navarra, comunicación que hizo al Rey la pasada semana.

Desde hace ya algunos años, Cataluña, como otras autonomías no contribuyen a la gobernabilidad del Estado. Lo único relevante es mas competencias y mas recursos para satisfacer objetivos puramente territoriales. En la reunión con Zapatero, también se le ha concedido a la Generalitat un papel relevante en la gestión del aeropuerto de Barcelona. Se anteponen cuestiones políticas a cualquier criterio de racionalidad económica. Como hemos comentado en otras ocasiones, el mayor concierto económico es el que han tenido el País Vasco y Cataluña con el resto de España, por la protección arancelaria al sector industrial, con la que, por lo de mas, estoy de acuerdo, porque en otro caso hubiese sido imposible el desarrollo industrial de sectores nacientes.

Sin una aportación significativa de Cataluña, solo quedaría Madrid. No solo no podría suministrar recursos suficientes al resto de territorios, sino que estaríamos matando la gallina de los huevos de oro de España.