Ahora que hemos pasado el primer aniversario de nuestro confinamiento domiciliario en España, nos acordamos de aquel tiempo en el que el miedo invadía nuestras calles y nublaba nuestras mentes. Un año después, todos nos preguntamos dónde quedaron esos momentos en los que gozábamos de una libertad plena en la que no había cabida para toques de queda para volver a casa ni restricciones de movilidad que nos privasen de pasar un fin de semana en familia en la playa o en la montaña.

Pues bien, quiero recordaros que esos momentos de abrazos y sonrisas previos a la pandemia siguen perteneciéndonos, y que ningún bache, como el que nos acontece, podrá quitarnos las ganas de revivirlos, porque más pronto que tarde saldremos de ésta habiendo aprendido de los errores, ganando experiencia y valorando todo instante de este regalo que se nos ha dado: la vida. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios