Previsión El tiempo en Sevilla para este Viernes Santo

No soy más que un turista en la ciudad que me vio nacer. Siempre fui un turista en todos lados. Siempre estuve de paso. De paso sea dicho, las firmas grafiteras de las fachadas de las casas, edificios, comercios y sus persianas desmejoran notablemente nuestra imagen como urbe.

Os lo dice un turista sevillano que de guiris sabe tela. El Ayuntamiento debería tomar cartas en el asunto y la ciudadanía reclamar respeto y limpieza. Se puede fácilmente comprender el hastío al que pueden conducir la adolescencia y su juventud, pero son las familias, comunidades, barrios y distritos los que deben ofrecer vías o lugares de expresión que resulten atractivos a nuestros prometedores jóvenes. Las personas somos así: hacemos lo que vemos.

Si veo firmas grafiteras por todas las esquinas, yo también firmo. Si veo que mi familia, comunidad, barrio y distrito borran y limpian esas firmas, yo también lo hago. Y quizá –muy posiblemente– no se ensucie jamás con lo que se ha aprendido que se debe borrar. No sé si me entienden. 

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