Las urnas han dejado tocada a la izquierda sin notarse el revulsivo que se esperaba con Pablo Iglesias, que deja, afortunadamente, la política. Los españoles tenemos por delante un futuro esperanzador: queremos un centroderecha reforzado que defienda realmente nuestros valores con valentía, que dé la batalla por las ideas y se atreva a derogar las leyes ideológicas defendidas por el socialcomunismo. Desde el momento en que Iglesias abandonó la vicepresidencia para presentarse a las elecciones de Madrid, la mayor parte de los españoles vimos la oportunidad de asestarle el golpe definitivo y desplegar todos los medios que teníamos a nuestra disposición.
Pablo Iglesias ha justificado su derrota asegurando que la derecha le ha montado una campaña mediática para convertirlo en un chivo expiatorio. ¡Qué soberbio y mentiroso! Al decir adiós a Pablo Iglesias estamos despidiendo al peor de los servidores que ha tenido nuestra democracia, a la que ha estado a punto de dañar irremisiblemente. Los españoles hemos resistido la amenaza comunista a nuestras libertades, pero nos queda aún trabajo por hacer. No nos basta con haber descabezado a Iglesias, debemos derrotar a sus ideas.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios