Con la llegada de 2021 despedimos un año para olvidar, en donde hemos vivido situaciones que nunca pensábamos que ocurrirían, como el confinamiento en todo el país y en todo el mundo; todos unidos a las 20:00 para aplaudir a todos los héroes que estaban en primera línea para combatir los efectos de esta maldita pandemia y que no nos faltara de nada en nuestras casas. A todos ellos (sanitarios, personal de los supermercados, transportistas, policías, bomberos, etcétera), gracias por vuestra entrega infinita.

Este 2021 nos enfrentamos a un año lleno de ilusiones, aunque también estamos expectantes por lo que está por venir: el temor a una crisis que nos afectará a todos, y en qué medida; si volveremos pronto a la normalidad, a estar con los nuestros, a poco a poco ir retomando nuestras costumbres, que son las que nos hacen únicos, a tener la alegría de hace un año y que tanto nos hace falta. En pocas palabras, volver a ser lo que fuimos. Sé que nos llevará algo de tiempo (espero que poco), pero espero que lo consigamos todos unidos y con cabeza y precaución, sin dejarnos llevar por las ganas que todos tenemos de volver a ser el país que fuimos. Y que la llegada de la vacuna y la sensatez nos lleven de nuevo a la normalidad.

El nefasto 2020, nos ha servido para darnos cuenta de lo afortunados que éramos de tener salud, de estar con los nuestros, de los abrazos y besos, de las reuniones con los amigos, de los compañeros de trabajo, del simple hecho de tener un trabajo, etcétera. Y seguro que en este 2021 lo vamos a ir recuperando poco a poco, porque somos un país con gente de pata negra, capaz de hacer las cosas a la perfección.