En el Diario de Sevilla del 13 de septiembre, y en su pequeño apartado de Opinión denominado Palmas y Pitos, aparece en Pitos, una crítica a la concejal de Adelante Sevilla Sandra Heredia, y literalmente así lo expresa el opinante: “Resulta cuando menos irrisorio que hable (la concejal) de la “ocupación ilegal” del Patio de los Naranjos de la Catedral, espacio propiedad del Cabildo. Ciertas reivindicaciones requieren fundamentos serios para no hacer el ridículo”.

Mida bien sus palabras, señor opinante de DdS. La concejal, señora Heredia, expone su opinión, opinión que por las palabras que ella misma emplea (ocupación ilegal) es irrefutable.

Primero. El Patio de los Naranjos no es de la Catedral, existe desde hace 900 años. La Catedral no llega a los 600.

Segundo. El “espacio”, como Vd, señor opinante anónimo, lo define, el Patio de los Naranjos, no es “propiedad” del Cabildo, su “inmatriculación no hace adquirir dominio ni propiedad” a nadie.

Tercero. Los fundamentos dados por la señora Heredia, y los que yo le añado en esta mi contracrítica, hacen que el hablar de “ocupación ilegal” esté totalmente justificado.

Cuarto. Pero no sólo el Patio de Los Naranjos, la Giralda, (permítame que le informe que tampoco es la “torre” del Templo Catedralicio, su existencia también data de hace cerca de 900 años) y la propia Catedral tampoco son “propiedades” del Cabildo; bueno, hablemos claro, del Arzobispado, para que me entienda el pueblo llano.

Quinto. Estos tres “símbolos” de Sevilla, monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, han sido expoliados por un organismo privado dependiente de la Conferencia Episcopal Española, también institución “privada”, como así ha ocurrido con los 389 recintos, de culto o no, inmatriculados por elaArzobispo Asenjo en la provincia de Sevilla.