El pánico colectivo del coronavirus está generando estragos en la salud y en la economía mundiales, y a muchos les causa momentos de tristezas e inseguridad. Creo que frente a todo esto habría que encontrar posturas positivas. Y personalmente me llena de emoción la gran generosidad que están mostrando muchos particulares y colectivos en este problema sanitario.

Es digno de resaltar y honrar la generosidad, el desinterés, el desprendimiento de tantas y tantas personas, llenas de solidaridad, altruismo y otras virtudes frente a la lucha contra el virus.

Es un honor alabar y reconocer a esas personas que se preocupan, médicos, enfermeras, sanitarios en general, voluntarios, Ejército, Guardia Civil, Policía Nacional y Local, conductores, personal de limpieza, que entregan su vida por los demás de forma desinteresada; y a muchas familias que tienden sus manos generosamente. Todos, con su ejemplo, modestia y bondad hacen la vida más segura.

Con todos ellos la vida siempre estará llena de esperanza y el virus entro de poco se irá de nuestras vidas.