Por la presente quiero hacer constar mi protesta por lo que viene sucediendo desde hace tiempo en los medios de comunicación, sobre todo los hablados, radio y televisión (en los rótulos sobreimpresos de todas las cadenas ocurre igual), en la denominación de algunas localidades de España que, teniendo perfecta traducción, nadie se atreve a decirlas en la lengua común de todos, esto es, español (o castellano, según se quiera). Me refiero, como ya habrá imaginado, a Gerona, Lérida, Orense, La Coruña, Rías Bajas, San Sebastián, Fuenterrabía, etcétera. Según esta dinámica también habría que decir por Londres, London; por Burdeos, Bordeaux; por Copenhague, Kobenhavn; para seguir con Milano, Genoa, Torino, Warsawa, Marseille y así sucesivamente.
¿No será el miedo a enfrentarse a la tiranía de lo políticamente correcto por lo que ningún locutor o presentador se atreve a dar el primer paso, por saber que el que primero rompe un tabú se convierte él mismo en tabú?
O será que la consigna es que el que ose decir tal cosa, esto es, Gerona, Lérida, La Coruña y demás y moleste a algún nacionalista furibundo corre el riesgo de que lo pongan de patitas en la calle. Si es así... qué se le va a hacer. No obstante, bien sé que esto es como el que clama en el desierto: no sirve de nada. Porque es más fácil agachar la cabeza y no señalarse.
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