Los episodios de fuego y lluvias que han devastado el continente australiano han sido realmente apocalípticos. Pero por desgracia, y ojalá me equivoque, si la temperatura de la Tierra sigue aumentando, cualquier parte del planeta está expuesta a que se repitan estos desastres. Nuestra península y la cuenca mediterranea, las zonas más afectadas por el cambio climático, serían los puntos más vulnerables: largos periodos de sequía, ausencia de lluvias cada vez más frecuente, vientos huracanados y tormentas eléctricas... sería suficiente para que el desastre se desencadenara en nuestros bosques. Recemos y pongamos todo de nuestra parte para que esto no suceda.
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