En un año de efemérides mundiales y de tantos nombres ilustres, como la de Neil A. Armstrong cuando pisó por primera la Luna (1969) o la primera circunnavegación con éxito de Magallanes y Elcano (1519), es justo y necesario descongelar de nuestra memoria social el bicentenario del descubrimiento de la Antártida y, en esta ocasión, la figura de Gabriel de Castilla, explorador y navegante español nacido en Palencia en 1577, como el primero en atisbar el mundo helado antártico al desviarse su barco por las tormentas (1603), en una expedición destinada a reprimir las incursiones de corsarios neerlandeses en los mares al sur de Chile. Le da nombre a una de las dos bases que tiene España en la región antártica (Isla Decepción), gestionada por el Estado Mayor del Ejército de Tierra, en estrecha colaboración con la UTM-CSIC, y considerada como una infraestructura científica desde hace 20 años (1999).

Año tras año, desde finales de noviembre hasta marzo, mientras dura el verano austral, se inicia la Campaña Antártica, gestionada por el Ejército de Tierra. En dichas misiones se embarca en el buque Hespérides un grupo de militares y científicos para llevar a cabo proyectos de diversa índole en el continente helado para el estado de salud de nuestro planeta y las medidas a tomar para su protección. Por todo ello, un cálido apoyo y gracias.