Hay que reseñar con letras mayúsculas, la gran labor que están haciendo los profesionales sanitarios, desde celadores a enfermeras, desde médicos a farmacéuticos, que ponen sus vidas en riesgo tratando con personas que están contagiadas por el Covid-19. Eso es una prueba de heroísmo. Y además se les ve tan contentos, alegrándose de haber salvado algunas vidas, cuando sobradamente saben que corren el peligro antes que nadie de contraer el virus. De hecho, han muerto muchos sanitarios por el coronavirus. Sin embargo, ellos dirán que sea lo que Dios quiera. Los profesionales de la medicina han estudiado por una vocación, cómo el que estudia ser sacerdote u otra profesión, pero ésta de los sanitarios no tiene precio con que pagarles.