Montones de anuncios de conocidas marcas publicitarias se suceden en todas las televisiones, mostrándonos a niños preciosos, pelirrojos, con pecas, inocentes y traviesos. O a jóvenes guapísimos y joviales. Ninguno con la más mínima discapacidad en aras a un marketing inhumano, no vaya a ser que el producto no se venda. En mi condición de embajadora en Andalucía del Consejo Español en Defensa de las Personas con Discapacidad y Dependencia, me veo en el deber ético de instar a los consejos audiovisuales para que fomenten la inclusión mediante la visibilización televisiva de personas con todo tipo de discapacidad, de modo que exijan a tales marcas para publicitarse en las televisiones públicas, al menos, que sus anuncios puedan verse en lengua de signos.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios