DERBI Betis y Sevilla ya velan armas para el derbi

Las oportunidades vitales no se distribuyen nunca de manera igual para todos. No sabemos de ninguna sociedad en la que todos los hombres, mujeres y niños sean sujetos de las mismas titularidades y disfruten de las mismas provisiones. Ni siquiera sabemos de ninguna en los que todos los hombres tengan los mismos estatus. Y probablemente no se pueda dar una situación así. Si todos fuéramos iguales, o casi iguales, podríamos encontrarnos con que habría dunas humanas similares a las de arena u otras formaciones moleculares originadas por los elementos, pero no habría estructura, ni significado, ni progreso. La sociedad es necesaria porque las personas que son diferentes entre sí tienen que crear instituciones comunes para sobrevivir y progresar en común. Sus diferencias importan al menos en la medida en que los distintos intereses de cada uno se interfieren con los de los demás, cuando no porque algunos logran imponer su voluntad sobre otros. Los motivos e intereses de las personas difieren y todas las sociedades han encontrado medios de organizar sus diferencias de forma que comprendan tanto la coordinación como la subordinación. Y ambas, pero especialmente esta última, requieren de la existencia de un grupo y de un agente que marquen el tono. 

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios