Animo a todos los pueblos, incluida nuestra capital, Sevilla, a que nos visiten en San Juan de Aznalfarache para poderles enseñar la historia de nuestra villa romana, musulmana y cristiana. La civilización romana nos dejó el poblado de Osset, donde está el centro de interpretación arqueológico (yacimientos que fueron bodegas construidas por Julio César, en el año 100 a.C.), y los jardines del mismo nombre, que van desde lo alto del poblado hasta la vega del Guadalquivir.

La musulmana nos dejó el legado de las murallas almohades que rodeaban la fortaleza, construida por Jacub Almanzor en el año 712 d.c. La cristiana, con el Sagrado Corazón, mandado a construir por el cardenal Segura en el año 1940, un recinto que posee una iglesia de gran belleza, además de un gran mirador, incluyendo el colegio Santa Teresa de Jesús. Además, Casa Betania, donde se enterró al cardenal Segura y a sus hermanos; la cuesta de la Cruz; el puente de hierro, una joya de ingeniería de 1933; el paseo de la Virgen del Carmen a orillas del Guadalquivir; la iglesia de San Juan Bautista, que posee imágenes y lienzos de los siglos XVII-XIX, una pila bautismal en jaspe de los siglos XV-XVII, la capilla de Nuestra Señora del Rosario...Cuando me jubilé, me propuse conocer San Juan paso a paso y doy fe de que hay rincones con historia, belleza y vistas. Cuando paseo por el Monumento, ese enclave sin igual que da lugar a un mirador de fantasía, dominando el río Guadalquivir y la capital de nuestra provincia, Sevilla, quedo ensimismado del embrujo que ven mis ojos.