Medidas que suenan bien y funcionan mal

Es popular decir que se van a subir los impuestos a los más ricos, pero esta medida suele ser fiscalmente poco eficaz

La primera conclusión que se saca de la lectura del acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez entre el PSOE y Unidas Podemos, llamado Coalición progresista. Un nuevo acuerdo para España, es que los socialistas, definitivamente, han abandonado la senda del centro para escorarse a la izquierda, algo que es completamente legítimo, pero no conveniente para el país ni para el propio futuro del PSOE. En general, se puede decir que las principales medidas que se comprometen a adoptar suenan bien (ya que tienen un inevitable aroma populista) pero, en realidad, funcionan mal. Tal es el caso de subir los impuestos a los más ricos, una medida que la gran mayoría de la población no critica debido a que no les afecta, aunque son muchas las voces autorizadas que aseguran que suele ser poco eficaz fiscalmente (los más ricos tienen herramientas para evitar estas subidas) e incluso puede traer efectos negativos al provocar la salida de capitales y desincentivar la inversión. Lo mismo ocurre con la anunciada subida del salario mínimo interprofesional hasta colocarlo en el 60% de la media de los sueldos españoles, lo cual puede afectar negativamente al frenar la contratación en unos momentos en los que el empleo, pese a la mejora en la economía experimentada en los últimos tiempos, sigue siendo el principal problema del país. En el mismo sentido, la vuelta al endurecimiento de la regulación laboral, que es lo que late tras la enmienda de "los aspectos más lesivos de la reforma laboral" (así lo señalan), no servirá con probabilidad para aminorar las colas del paro y sí para inhibir la contratación. Es evidente que en España hay problemas de precariedad laboral, pero éstos no se solucionan a golpe de BOE y sí facilitando la labor de los empresarios para que exista movilidad laboral y contratación. Asimismo, medidas como la regulación de los precios de alquiler de la vivienda pueden suponer una distorsión negativa en el mercado inmobiliario.

El pacto de Gobierno del PSOE y Podemos también tiene compromisos positivos, como el sacar adelante la muy necesaria ley del cambio climático en unos momentos en los que el calentamiento global avanza preocupantemente; o redoblar los esfuerzos para aminorar la violencia contra las mujeres. Otras, sin embargo, responden a un sesgo izquierdista que sólo servirá para dividir más a la sociedad española, tales son, por ejemplo, las que tienen que ver con la mal llamada memoria histórica.

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